Como traductor, siempre vivo el subtitulado de películas de acción de manera contradictoria. Hablo del género de acción de peor estofa: el de los héroes patriotas y las ensaladas de tiros. Por una parte, es un género que no solo me aburre sino que habitualmente me repugna. Sus tramas planas y sin matices y sus frases burdas y manidas insultan mi inteligencia. Su violencia gratuita y su tufo viril y castrense me tocan la moral en más de un sentido. Por el contrario, en el aspecto puramente laboral, cuando cobras por minuto de subtitulado, una de estas joyitas del séptimo arte es siempre un regalo. Muy poco diálogo, alto porcentaje de monosílabos, léxico ramplón y de poca enjundia… En la mitad o incluso tres veces menos de tiempo la tienes acabada. Sin embargo, muy pocas veces son las que recibo encargos de este tipo, por suerte para mi salud… y por desgracia para mi cartera.