A mediados de octubre tuve el honor de que las amables y eficientes, mas temerarias, compañeras organizadoras de la Conferencia Internacional de Traducción Audiovisual (CITA), me invitaran a participar en la mesa redonda sobre revisión y supervisión lingüística. CITA es un evento bienal donde los que conseguimos que los actores «os hablen en cristiano» o, al menos, vengan acompañados de un letrerito también conocido como subtítulo, aprovechamos para salir de la cueva y ver que, más allá de la pantalla de nuestros ordenadores, otro mundo no solo es posible, sino que también existe, y que esa gente con la que a veces nos comunicamos por email tiene cara, brazos y piernas. Y allí que me colé, entre gigantes de la traducción como el moderador, Josep Llurba, el hombre que traduce casi todo lo que se dobla en España, o Candace Whitman, cuya práctica profesional no es de este mundo, o al menos del mío. Y con Alicia González Camino, que supervisa material ni más ni menos que de Disney. Y con Victoria Tormo, que pule y da esplendor materiales audiovisuales a la velocidad del rayo. Y con Cristina Pérez, que domina el ámbito de los videojuegos, un terreno que me es tan ajeno como los confines de la Tierra Media. E incluso con Guillermo Parra, que traduce y revisa todo el material del festival Americana de Barcelona, que participó, cual electroduende, en formato vídeo. Y en medio de todas estas máquinas yo, relatando mis modestas aportaciones como revisor en series como las Supernenas, escuchando boquiabierto las intervenciones de las compañeras e intentando no hacer mucho el ridículo cada vez que me tocaba abrir la boca.
Tenéis el vídeo completo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=6wfeKbeUPnQ&feature=youtu.be